El Olimpo en la sierra de Guadarrama

J. L. Gamallo. Que duda cabe que el otoño es una de las más bellas y agradables estaciones del año para disfrutar en Madrid, sus parques en esta época lucen esplendidos, el Retiro, el parque del Oeste, Fuente del berro, etc., pero muy cerca de Madrid, aunque ya en la provincia de Segovia, al otro lado de la sierra de Guadarrama existe un lugar excepcional para disfrutar un día de otoño, el Real Sitio de la Granja  de San Ildefonso, la residencia de verano de la Familia Real, construido por Felipe V en 1721, según diseños de Ardemans. Parece que el rey quería recrear de alguna forma el gran complejo palatino de su abuelo Luis XIV en Versalles. Si el palacio realmente merece una visita, con una suntuosa decoración, espléndidos salones, una rica colección de tapices, lo que realmente fascina son los maravillosos jardines, que con una extensión de 6 km, son uno de los mejores ejemplos de jardines diocechescos, debidos al diseño de René Carlier. A lo que hay que unir el maravilloso conjunto de fuentes de tema mitológico que se esparcen por el jardín, como si los dioses del Olimpo grecorromano se hubieran transladado a las estribaciones castizas del Guadarrama y revivieran sus hazañas y tragedias, fundidos en metal eterno. Los mitos narrados por Ovidio, Homero y Hesíodo se despliegan ante los ojos atónitos del viajero, en forma de superbas fuentes: Diana y Aceón, Perso y Andromeda, Neptuno y Anfitrite, la carrera de Sol, la Fama, todo un mundo de alegorías y símbolos que para los tiempos modernos ya carecen de significados, y los espectadores asisten al espectáculo de las fuentes, pero desconociendo las vivencias de sus protagonistas. Todo esto rodeados por una espacio natural de árboles centenarios, cuyas hojas en otoño, toman las más bellas tonalidades: hayas, robles, gingkos, arces, castaños, liquidánbares, coniferas, cedros, etc. El contraste entre perennes y caducifolios aumenta el vértigo de la belleza. Si aún se tienen fuerzas hay que subir al denominado "mar", donde se guarda el agua que hará funcionar las fuentes en primavera y verano. La Granja está sólo a 70 km de Madrid y será una experiencia difícilmente olvidable.