Se despide el 2014

J. L. Gamallo. El tiempo corre que vuela, y un año más se nos ha ido. Los encargados del mantenimiento del reloj de la Real Casade Correos ya estarán ultimando los últimos detalles para tener a punto todo el mecanismo del reloj que dará las campanadas anunciando el 2015, ante la alegría exultante de los miles de personas congregadas en la Puerta del Sol para asistir en directo al acontecimiento, preparados para comer las uvas en medio del jolgorio y la alegría generales. El 2014 está a punto de concluir, muchos proyectos se habrán realizado y otros no habrán tenido buen fin. La crisis nos ha seguido aprentando, aunque acaso haya remitido un poco, pero mucha gente se ha quedado sin trabajo y sin ilusiones. Pero siempre queda la esperanza, y en el próximo 2015 hay posibilidades de que todo cambie, de que todo vaya a mejor, que las relaciones con los que nos rodean sean óptimas, que no haya discusiones ni enfrentamientos, que nos podamos comprender e intar ayudarnos. La muerte es lo que no tiene remedio, todo lo demás siempre hay posibilidades de cambio, de alterar las situaciones negativas. La mayoría de los errores pueden ser enmendados. El 2015 tiene buenas perspectivas de que todo vaya a mejorar y acambiar. Habrá elecciones municipales, autonómicas y sustanenerales, nada menos. La aparición de los criptocomunistas demagógicos de Podemos ha alterados sustancialmente el panorama electoral y, puede, que desgraciadamente, se dé un cambio para mucho peor, dada las ideas descabelladas que van proponiendo. Feliz Año 2015.