Parquímetros aún más "inteligentes" en las calles de Madrid

J. L. Gamallo. Ya forman parte del espectro visual de cachivaches de mobiliario urbano que se amontonan en las aceras de las calles del centro de Madrid, bueno de casi todo el Madrid comprendido en la almendra de la M-30, me refiero a esos postes avivados por la energía solar, y que a cambio de una determinada cantidad de euros, nos expiden un papelito, que colocado en el interior de nuestro autmóvil nos permite estacionarlo durante un tiempo tasado y evitar que una simpática y comunicativa controladora municipal del SER (servicio de estacionamiento regulado) nos condecore con una multa por no haber puesto el papelito o haber soprepasado el tiempo estipulado.

Algo que nos produce una satisfacción sinigual. Cuando se implantaron hace ya unos cuantos años los recibimos con no mucho afecto, y en algún barrio de la periferia que salía de los límites de la M-30 y del Madrid centro, como Carabanchel el el barrio del Pilar, tuvieron un recibimiento nada amigable. Se desató una guerra contra ellos, y muchos fueron arrancados de cuajo. Pero las cosas ya se han calmado y preciso reconocer que por lo menos con el SER, con sus plazas de dos colores (verdes y azules) es posible dejar estacionado el vehículo por lo menos. El Ayuntamiento, que en asutnos crematísticos no es nada tonto, y está buscando cualquier motivo, casi en plan arbistrista, para sacarnos los cuartos, no ha dejado de subir el precio del aparcamiento además de ampliar el horario. Ya es preciso pagar hasta las nueve de la noche, y para darnos más motivos de alegría para el próximo 2014 se anuncian novedades, algunas positivas y otras menos. Así, cuando se acaba el límite de tiempo era preciso salir escapado para renovar el papelito, ahora, parece, que se podrá realizar desde el móvil sin necesidad de cambiarlo físicamente, lo cual es de agradecer. Lo siguiente que se han sacado de la manga nuestros amables decuriones que tanto se desvelan por recaudar más plata, es que se págara no sólo por el tiempo, si la plaza es azul o verde, sino si el coche es de gasolina o diesel y el grado de ocupación de la zona, todo esto con la excusa de la protección del medio ambiente.

La excusa de la variable del grado de contaminación atmosférica de momento se ha deshechado. Esperemos que no aparezca ningún arbistrista contemporáneo que se le ocurra algo nuevo. Así cuando en el 2014 cuando vayamos a estacionar el coche, en la maquinita habrá que introducir el número de la mátricula, y cruzará estos datos con los de la Dirección General de Tráfico, que le dirá la antigüedad y tecnología de nuestro vehículo, y así habremos de pagar. No está nada mal, ¿verdad?. Desde aquí me permito aconsejar al Ayuntamiento que también maneje la variable del color del coche o el grado de "tuneación".