Beatificación en Madrid: San Álvaro del Portillo

J. L. Gamallo. El próximo fin de semana (27 de septiembre) Madrid acogerá un acontecimiento que se puede calificar, sin duda, de excepcional: la betificación del madrileño Álvaro del Portillo (nació en 1914), sucesor de monseñor Escrivá de Balaguer al frente del Opus Dei. Es la primera vez que se produce un acontecimiento del importancia religiosa en la villa y corte, y que congregará a unas 150.000 personas personas procedentes de al menos de 80 países, lo que no es extraño dada la importancia e influencia de esta singular organización religiosa. Los actos se realizarán en Valdebevas, yestarán presididos por el Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, el Cardenal Angelo Amato, el domingo 28, Mons. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei, celebrará una Misa de acción de gracias. Sin  duda será un acto multitudinario con una amplia cobertura por los principales medios de información de todo el mundo. De nuevo nuestra ciudad volverá a ser foco de la atención mun dial, como hace una semana ocurrión con la final del campeonato mundial de baloncesto. Dada la capacidad de convocatoria del Opus Dei y la su importancia en la historia contemporánea de la Iglesia, no cabe duda que el espacio elegido, Valdebevas, muy cerca del aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas, se verá absolutamente repleto de fieles deseosos de ser testigos del momento de betificación de este madrileño, que durante 40 años fue el más fiel colaborador de San Josemaría Escrivá de Balaguer, y su sucesor en 1975. Aunque mucho más discreto en su presencia pública que el fundador, no por eso su importancia en el devenir y estabilidad de la Obra es menor que la del carismático San Josemaría. En el largo recorrido para a elevación a los altares es preciso un milagro comprobado y fuera de toda duda: gracias a su intercesión se recuperó el niño chileno José Ignacio Ureta Wilson tras un paro cardíaco de más de media hora, ocurrido el 2 de agosto de 2003. En los tiempos actuales parece singular que aún puedan ocurrir milagros, pero parece que el atribuido al en breve nuevo beato no tiene dudas.  Madrid acogerá con el cariño y hospitalidad habituales a todos los asistentes al rito de la betaificación, que también podrá ser seguido por en diferentes cadenas de TV, así como en internet. Es de suponer que las principales autoridades municipales asistirán a Valdevebas, y algún representante del gobierno, que para estos menesteres se suele recurrir al ministro de Justicia. En un par de días veremos como se inundan las calles madrileñas con los miles de asistentes a la ceremonia de betificación