El arte del presente. La colección de Helga de Alvear en el Palacio de Cibeles

J. L. Gamallo. A pesar de que estamos en Madrid en pleno estío canicular, no por eso cesa la actividad en todos los ámbitos, y sigue habiendo interesantes exposiciones en los museos y centros culturales de Madrid. El Palacio de Cibeles, o CentroCentro según la extraño nombre que le ha dado la autoridad municipal, es uno de los buques insignia de la cultura pertenecientes a nuestro Ayuntamiento, la magnitud del mismo hace posible la simultaneidad de varias exposiciones. Si uno está interesado en las más últimas tendencias artísticas, ahora mismo se puede disfrutar "El arte del presente. La colección Helga de Alvear". Helga de Alvear es una galerista muy conocida en los ambientes artísticos de la capital. Aunque nacida en Alemania, desde 1957 vive en España, casándose en 1959 con Jaime de Alvear.

Su relación con el arte se inicia en 1980 cuando entra a trabajar en la galería de Juana Mordó, de la que se hace cargo en 1984  a la muerte de aquella. En 1995 abriría una galería con su nombre en la calle Doctor Forquet, junto al Centro Reina Sofía. Junto a su actividad galerista auna la de coleccionista, reuniendo una ingente colección de más de 2500 de artistas españoles y extranjeros.

Así en el Palacio de Cibeles es posible conocer una selección de las obras que atesora (103 piezas), y que suponen una muestra muy representativa del arte de la actualidad. Como dice el programa de mano "Las colecciones representan en su mayoría a las personas que las han constituido. La colección de Helga de Alvear nos habla de su manera de ser y de sus vivencias, pero sobre todo lo que nos muestra es su trayecto de aproximación al arte contemporáneo".

¿Qué es lo que se puede contemplar en la exposición? Una variada muestra de la obra de artistas de diversas tendencias, edades, estilos, que se expresan por medio de medios y soportes tecnológicos muy diferenciados: pintura, escultura, fotografía, grabado, videos, etc.

La nómina de artistas es es grande, así se pueden mencionar a Helena Almeida, Matthew Barney, Ángela de la Cruz,  Louise Bourgeois, Jean-Marc Bustamante, José Pedro Croft, Olafur Eliasson, Andreas Gursky, Ernesto Neto, Santiago Sierra, Isaac Julien, Juan Muñoz, Jeff Wall, Tomas Ruff, y Ai Weiwei , entre otros. Desde luego no hay nada que sea, digamos convencional, es un arte muy conceptual y difícil, muchas veces explosiones cromáticas o difuminaciones, algunas instalaciones ciertamente espectaculares, y video instalaciones. con profusión de letreros de neón, como la pieza más impactante de la exposición, My Madinah de Jason Rhodes, que parece similar una jaima sahariana, con una profusa ornamentación de letreros de neón y cables de color naranja.

Enfrente hay un escultura de diversas formas geométricas del británico Richard Deacon en madera de fresno y aluminio, denomnada UW84DC 15, siendo su nomre una parte importa nte de la ora. Otra instalación curiosa es la del artista africano Barthélémy Toguo, Camino del exilio, en la que una barca atestada de cojines, navega en un mar de botellas de vodka. También se puede destacar la videoinstalación del chino Weiwei, 258 Fakes, donde por medio de 12 pantallas se recogen imágenes de sus exposiciones y su forma de trabajar.

Una instalación curiosa, que habría que considerar una "escultura" es un conjunto amontonado de zapatillas deportivas, que me ha parecido un poco tomadura de pelo, y he decidido obviar el nombre del artista. Es interesante una escultura de Ernesto Nieto, de difícil asunción o identificación, que parece un pájaro prehistórico a un aritilugio de los diseñados por Leonardo da Vinci;y otra de Juan Muñoz, donde dos figuras masculinas se miran asombradas, en un espejo, integradas en el espectro de la exposición, como si fueran dos visitantes más.

De Ugo de Rondino es un árbol, como si estuviera fosilizado, A Day Like This. Made of Nothing and Nothing Else, lo primero que se ve cuando se entra en el CentroCentro, pues corona las escalera de acceso en el vestíbulo principal. La fotografía es la encargada de mostrar la realidad en sus variadas perspectivas, mientras que la pintura es profundamente abstracta, laberintos cromáticos y de texturas.