Semana Santa de Madrid

J. L. Gamallo. La conmemoración y recuerdo de la pasíon y muerte de Cristo constituye acaso el momento más importante del año litúrgico de los cristianos. Su manifestación plástica más importante y de extremada belleza es la peculiar y particular celebración de la Semana Santa española, expresión única y sin comparación en todo el orbe católico, ya sea por su recogimiento y austeridad o por su esplendor y mgnificencia, según la región de España donde se celebren las diferentes procesiones, donde se recuerdan los diferentes momentos de la pasión de Cristo.

Aunque las procesiones Madrid no puede ciertamente competir con las de Sevilla o Valladolid, por sólo mencionar los dos extremos, el visitante a la villa y corte puede admirar o revivir la pasión con algunas bellas procesiones, que transcurren por las calles del Madrid de los Austrias, entorno a la Plaza Mayor. Las principales y que gozan de mayor devoción popular son lógicamente las que hacen su desfile de penitenciael jueves y el viernes santo.

Así el jueves las que no conviene perderse son las de Jesús el Pobre, que sale de la iglesia de San Pedro el Viejo, siendo el momento de la salida uno de los más escalofriante. De la cercana colegiata de San Isidro sale la "procesión sevillana" de Madrid: la de la Macarena y el Jesús del Gran Poder. La calle del Sacramento es un lugar magnífico para disfrutar de esta bellísima procesión, y especialmente cuando pasa junto a una de las iglesias de fachada más barroca de Madrid: la de San Miguel; cuando se recorta el paso de palio ante la iglesia ser produce un momento de gran intensidad estética. A mí me gusta especialmente asistir al regreso a San Isidro, hacia las 3 de la madrugada, cuando se produce una extraordinario explosión de fervor popular.

El Viernes Santo es de asistencia obligatoria a la de Jesús Medinaceli, por el que los madrileños sienten una devoción especial. La calle Sevilla es un buen lugar para verla. La última que conviene mencionar es la del Cristo de los Alabaderos que sale del Palacio Real y va por la calle Mayor hasta la Plaza Mayor. Al lado del hostal sale la Procesión del Silencio, que procesiona por la calle de Atocha.

Por último conviene degustar una exquisitez gastronómica de ls Semana Santa: la torrija, dulce maravilloso a base de pan, huevos, leche y azúcar.