Y Madrid se quedó de nuevo sin los Juegos Olímpicos

J. L. Gamallo. El domingo 8 de septiembre había una expectación inusitada en Madrid, y no era para menos, ese día, por la noche, se sabría cual sería la decisión del Comite Olímpico, reunido en Buenos Aires, sobre cual sería la ciudad encargada de organizar los Juegos Olímpicos para el 2020. La capital de España era la tercera vez que optaba a la elección y parecía que a la tercera era la vencida y las perspectivas no podían ser más optimistas según diferentes cábalas y oráculos. Por la tarde miles de madrileños llenaron el centro de Madrid, en dirección a la Puerta de Alcalá donde se había organizado una gran fiesta, con la actuación de diferentes artistas, par entretener las horas hasta que llegase el momento de conocer el veredicto, de manera que el jolgorio empezó hacia las 4 de las tarde. Así, por el escenario instalaron ofrecieron lo mejor de su arte Carlos Baute, Nena Daconte, Lagarto Amarillo, Pastora Soler, Tamara, entre otros. Y si ganaba Madrid habría un gran fin de fiesta que concluiría un gran despliegue de fuegos artificiales. El ambiente era extraordinario, con el eje Prado-Recoletos y Gran Vía-Alcalá cerrado al trafíco, toda la zona era un espléndido paseo tomado por los madrileños que se dirigían a Cibeles, donde también se había instalado una gran pantalla, para poder seguir las actuaciones de la vecina Puerta de Alcalá a donde era prácticamente imposible llegar. Pero la desilusión fue grande cuando empezaron las votaciones y a las primera de cambio la villa y corte fue eliminada. ¿Motivos? Todo el mundo está prácticamente de acuerdo en que fueron políticos, pues Madrid tiene casi todas las instalaciones necesarias para organizar los Juegos. Familias enteras, grupos de amigos, estudiantes, jóvenes, mayores, toda la sociead madrileña aguardaba ansioa la llegada de la noche para poder celebrar la organización de los Juegos, pero la decepción fue tan grande como lo era la alegría y animación previa. No parece probable que Madrid quiera volver a repetir la experiencia y presentar su candidatura para los próximos Juegos y parece lógico que sea así. Resultan insoldables cuales son los criterios en los que se basa el Comite Olímpico para la elección. Todo el mundo tiende a sospechar que manejos e intereses ocultos se mueven entre bambalinas, y que el veredicto está muy dedcidido de antemano.