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Trágico accidente de tren en Santiago de Compostela


J. L. Gamallo. Cuando llega el verano, y si ha habido una gran sequia, las noticias que suelen abrir los telediarios son los incendios que se extienden por toda España, sin excluir las Baleares y las Canarias. Una ola de fuego fatídico se extiende por toda la Península Ibérica. Portugal tampoco escapa a este desastre. Pero este verano que parecía que había pasado el mes de julio sin buen incendio que llevarse a los noticiarios, cuando el día 24, víspera de la festividad de Santiago Apóstol, patrono de España, y día de Galicia, saltaron las alarmas: un tren alvia que llegaba a Santiago, debido al exceso de velocidad, descarrilaba espectacularmente en una curva, saltando los vagones por los aires, e incendiándose otros. Una cámara de video instalada en el trayecto nos ha permitido ver con una nitidez que causa pasmo, el fatal accidente. El número de víctimas mortales ronda el centenar, ahora en fase de identificación y numerosos heridos. Parece que el fallo se debió a un error humano, el maquinista no aminoró la velocidad en ese complicado tramo, aunque los sistemas de frenado automático parece que funcionaron. Ahora todo serán incógnitas y discusiones diversas sobre lo que realmente ocurrió a la entrada de Santiago. De momento el maquinista está detenido, aunque ingresado en un hospital, debidamente custodiado por la Policía Nacional. El tren iba a 190 km/h cuando debería ir a 80 km/h. Todos los actos del día de Galicia fueron suspendidos, y los políticos, tanto locales como nacionales se acercaron sin tardanza al lugar del accidente para ser testigos de la catástrofe. El Presidente de la Xunta, con gran emoción, refirió a los periodistas las circunstancias del accidente. Y ahora quedan las víctimas, bueno, mejor los familiares que han perdido a un esposo, a una esposa, a unos padres, a unos hijos, a unos amigos., para los cuales se inicia un doloroso drama existencial, para el que no estaban preparados ni imaginaban que podría ocurrir. Unas 80 perdonas han perdido la vida por un fallo humano que parece increible que sucediese. Los vecinos de la zona se volcaron ayudando en todo lo posible a los servicios de emergencia y bomberos, llevando agua y mantas, y prestando su auxilio en la evacuación de los heridos y fallecidos.