Las tarjetas de Caja Madrid (ahora Bankia)

J. L. Gamallo. Sin duda ha sido el tema de conversación estelar en tertulias radiofónicas, televisivas y en la más variada prensa escrita, las tarjetas de crédito ("black") que Caja Madrid entregó a sus consejeros para que de manera discreccional pudieran gastar lo que se les antojase. El escándalo ha sido monumental, y no es para menos, dada la situación que ahoga a muchísimas familias en Madrid. Se repartieron 15.000.000 € en compras varias, viajes, retiradas en efectivo, unos 86 consejeros, sin necesidad de justificación. El sistema perverso que modificó la constitución de las cajas de ahorro, permitió la entrada en tromba de los políticos que se dedicaron a cambiar radicalmente el sentido y la historia de las venerables cajas de ahoras, hasta conseguir su desaparición, con políticos equivocas y despilfarros económicos de toda índole. Ójala el asunto de estas tarjetas opacas sea el último de los escándalas de las cajas. Partidos políticos y centrales sindicales han descubierto con horror que sus representantes no tuvieron ningún empacho en beneficiarse largamente de las posibilidades crematísticas de sus fabulosas visas. Numerosos cargos políticos y sindicales, de izquierda y derecha, se han visto obligados a presentar la dimisión o han sido cesados. Los miembros de UGT, CCOO, PSOE y PP en el consejo de Caja Madrid cerraron los ojos ante ese maravilloso maná argénteo del que podían disfrutar sin ningún esfuerzo. A todos les pareció de lo más normal, y ninguno sospechó de la posible ilegalidad de su uso. Alegremente se lanzaron a la vorágine consumista del más alto nivel. Además muchos eran expertos reconocidos en el mundo de las finanzas y nunca tuvieron dudas de su uso fraudulento. Es de esperar una profunda investigación e intentar que por lo menos devuelvan el dinero, sea poco o mucho. Al parecer sólo hubo cuatro consejeros (rarae aves) que se abstuvieron de las tarjetas.