El grandísimo Tony Leblanc nos deja para siempre, pero nos quedan sus inolvidables películas.

J. L. Gamallo: Para las nuevas generaciones Tony Leblanc es el padre explotado del impresentable Torrente, pero para los que tenemos más años representa una parte muy importante de nuestros recuerdos. Sus películas, teatro, televisión, llenan buena parte de los años 60 y 70, especialmente cuando todo era en blanco en negro. Su humor era limpio, risueño y entrañables, tampoco se podía ir más allá, y creo que tampoco estaba en su condición. En nuestra memoria están inolvidables películas como El tigre de Chamberí, Las chicas de las Cruz Roja, El día de los enamorados, Los tramposos, etc.m donde tuvo muechas veces como pareja a Concha Velasco. Su escena del timo de la estampita donde engaña al paleto en la estación de Atocha es, literalmente, antológica. En la televisión se hizo muy famoso su personaje de Cristobalito Gazmoño, un insufrible niño repelente con aro y calzonas, y que cantaba aquello de "Mi padre tiene una barco, mecachis en la mar; o el del boxeador Kid Tarao, con su lema "De la Casa de Campo al gimnasio, del gimnasio a la casa de Campo". Puede que mucha gente no lo sepa pero es el compositor de "Cántame un pasodoble español" que estrenó Lolita Sevilla. El Goya a todo una carrera que se le dio en 1993 nunca fue más merecido. Cuando Santiago Segura le sacó casi del olvido para participar como su padre en Torrente sabía perfectamente que Tony podía hacer esa papel o cualquier otro aún y a pesar de todo el tiempo que habìa pasado. Esta noche en el teatro Fernán Gómez de Madrid se ha instalado la capilla y mañana será enterrado junto con sus padre en el cementerio de la Almudena. Más de medio siglo del cine español desparecen con él. R.I.P.