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Le blog de Kamalus
La Gran Vía de Madrid cumple cien años
J. L. Gamallo. El 4 de abril del año 1910 se produjo de Madrid uno de los momentos más significativos de su historia contemporánea: la Majestad Católica del Rey Don Alfonso XIII, acompañado por la Familia Real, José Canalejas, presidente del Gobierno, y Francos Rodríguez, alcalde a la sazón de Madrid, a la altura de la iglesia de San José, iniciaba de manera simbólica las obras de la que sería la Gran Vía, cumple ahora, pues, cien años. Las cosas, como se pueden suponer no fueron fáciles ni sencillas, como siguen siendo en España.
El Belén del Ayuntamiento en El Palacio de Cibeles
J. L. Gamallo. No es ningún secreto la rivalidad que existe entre el alcalde Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, y la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, la cual llega hasta la hora de montar el belén. Cuando llega la Navidad existe una rivalidad larvada para ver quien monta el mejor nacimiento y donde se forma la cola más concurrida para verlo.
El Nacimiento de Jesús en la Real Casa de Correos (Puerta del Sol)
J. L. Gamallo. De entre todos los grandes temas de la Historia del Arte, el del Nacimiento, Pasión y Muerte de Jesús, puede ser considerado como el que ha sido motivo de inspiración para los más grandes artistas de las más variadas tendencias, ya desde los momentos más tempranos del arte paleocristiano, cuando aparecen las primeras representaciones de Cristo. Los evangelios, lógicamente, han sido la principal fuente para desarrollar los más variados aspectos de la biografía del Salvador.
Luces de Navidad en las calles de Madrid
J. L. Gamallo. Este año la crisis también ha alcanzado a la iluminación que el Ayuntamiento de Madrid instala en las principales avenidas, calles y plazas madrileñas. Desde hace unos años se había realizado un esfuerzo por renovar los diseños habituales de las luces, que más o menos habían seguido unos patrones tradicionales. Hace como una media docena de años se inició el cambio, dirigido por Delia Pitigrilli, aunque hay que reconocer que para empezar la cosa fue demasiado radical.
El parque de la Fuente del Berro
J. L. Gamallo. Entre los variados y hermosos jardines de Madrid, el de la Fuente del Berro, es, sin duda, uno de los más evocadores y románticos, un rincón de paz y tranquilidad en medio del agitado tráfico madrileño. Sus orígenes se remontan a una de las fuentes más famosas de Madrid, a la que se atribuían virtudes milagrosas en problemas de fertilidad femenina. Por si se obraba el milagro, la reina Mariana de Neoburgo, esposa de Carlos I, bebió de sus aguas.
Un templo egipcio en Madrid. El templo de Debod.
J. L. Gamallo. La mayoría de los grandes museos de las capitales europeas cuentan en sus fondos con muchas muestras el arte egipicio, que durante los siglos XIX y parte del XX fueron llegando a los mismos de diferentes maneras. Destacan el Museo del Louvre (cuando Napoleón estuvo en Egipto a su vuelta arrambló con todo lo que pudo, como la famosa piedra Rosettra), y de manera especial el Museo Egipcio de Berlín, que atesora una de las esculturas más famosas del arte del período amárnico: el busto de Nefertiti.
La iglesia de San Sebastián, la parroquia de los literatos áureos
J. L. Gamallo. El denominado Barrio de las Letras o de las Musas recibe tal nombre por haber sido
La mujer de Coslada ¿Venus en la periferia?
J. L. Gamallo. En los años 60 y 70 del siglo XX buena parte de las pequeñas localidades en las proximidades de Madrid tuvieron un crecimiento desmesurado y anárquico para acoger a las masas de emigrantes, que principalmente de Extremadura y Andalucía, buscaban trabajo en la capital.
La Puerta de Alcalá
J. L. Gamallo. Buena parte de las principales capitales del mundo suelen tener algún monumento o edificio particular que las caracteriza, y es su imagen parlante a los ojos de sus habitantes, o sus visitantes. Así la torre Eiffel es el icono sintomático de París, la Puerta de Brandemburgo de Berlín, las Casas del Parlmento de Londres, el Coliseo de Roma, el puente Rodolfo de Praga.
Serrano, pasarela de la moda
J. L. Gamallo. Después de dos años de trabajos, que para los vecinos y comercios se les debe de haber parecido el doble de tiempo, las obras del megaparcamiento de la calle Serrano, sinómino de la elegancia, la exclusividad, y elitismo madrileño, han llegado a su aparente final. Los empeños de envegadura desmedida no arredran al sr, alcalde, que decidió la construcción del padre de todos los aparcamientos subterráneos en la calle Serrano, con capacidad para 3000 vehículos sólamente.